segunda-feira, 23 de março de 2009

amar y mantener los respiros

Déjame destino
no morirla
de tanto quererme.
Se está acurrucando en mi dentro
y tengo miedo
no conozco
todavía
amar
y mantener los respiros.
(Porto, a treinta de Abril de 1993)

momento interminable

Sólo existe en el hombre un momento
un momento que existe interminable.

la miro y tiemblo

La miro
y tiemblo
me mira
y sonríe
y yo tiemblo
y tiemblo.

pronunciando tu nombre

Todas las caricias
que se habían escapado
escondiéndose de tu soledad
las tengo guardadas
y te las devuelvo
pronunciando tu nombre.
(Madrid, a veintisiete de Enero de 1987)

quiero estar con mi soledad

Quiero estar con mi soledad
ella nunca pregunta
ella solo me mira
y me mira.

miedo de quedarme solo

Esta noche también he tenido miedo
miedo de no acertar el sueño
y quedarme solo
como siempre.

otro yo

Siento desazón por tenerme tan cerca
con otro yo creciendo dentro de mí.

quiero ir a ver mi mar

Quiero ir a ver mi mar
porque nadie lo mira como yo
tan tristemente lleno de sí mismo
deseando hacerme vida suya.
Quiero ir a ver mi mar
me está esperando
mi mar.

¡no es verdad!

¡No es verdad!
Lo que piensas
lo crees intrascendente.
Tu sentir y tu querer
lo consideras imperceptible.
¡No es verdad!
Lo que piensas te existe
como refugio,
refugio entrañable.
Pero, ¡ay!, los sentimientos
lo producido por tu ser tú
es el gran tesoro,
espejismo real como tú mismo,
que se desvanece
a quienes se mueren
viviendo
sin pensar,
sin sentir,
sin querer.
(Madrid, a diecisiete de Noviembre de 1986)

tu y yo y la palabra

La palabra
sola
es nada.
La palabra
y tú
y yo
es todo.
Mar y tú
lluvia y yo
¡Magia!

yo
y la palabra.
(Madrid, a veintinueve de Mayo de 1989)

soledad traicionada

En este momento te envuelvo
en tantos testimonios de recuerdo
que tu soledad se irrita
¡se siente traicionada!
ya no puede sostenerte la mirada.
Te envuelven
te engalanan
esas mis presencias
testimonias de tu ausencia...
(A Juan. Madrid, a veintinueve de Mayo de 1989)

qué vértigo

¡Qué vértigo!
Empecé a soñar en abandono
sin saber escenas, decorados,
aires, lluvias, personajes.
Y con todas las fuerzas de mis brazos
hundí mis dedos en los límites
donde el sueño observa mi vigilia.
No podía, ¿qué vértigo?,
soportar tu ausencia por más tiempo.
Y ahí estabas tú
en sonrisa sin sabiendo
y regresarte pude
al trance del durmiendo.

estar contigo

Te pienso alegre
como ahora
que te pienso alegre
en mi recuerdo
y no quiero
sino respirar
tu presencia
y asfixiarme
y así morir
y no sentir más vida que tu aire.
Te pienso triste
como entonces
que te pienso triste
y no quiero
sino abrazarte
y asfixiar al fantasma
fantasma de nunca más
estar triste y sola
en tu camino.
Te pienso alegre
y te pienso triste
y no quiero
sino estar en contigo
y en para siempre.

Que ¿cómo sé que te quiero?

Que ¿cómo sé que te quiero?
Porque ya no quiero la belleza
sino mirada con tus ojos
ni la música acompañando las nostalgias.
Porque ya no quiero un yo
solo conmigo
ni tampoco un tú
lejos del mío.
Quiero un plural
nosotros
que conjugue los verbos
que envidiosa ansía la muerte